“Muere lo malo, nace lo bueno”

Me siento gilipollas al mirar hacia atrás. Donde estaba mi yo del futuro para darme un tortazo y avisarme de tal tontería que pasaría por mi mente. Yo tenía la llave de escape y no la utilicé en su momento. ¿Por qué? Nadie lo sabe.

Toda la confianza invertida, todos los actos que salieron de mi gilipollez ciega. Ciega porque ni con la luz más intensa que tuve ante mí, no fui capaz de abrir los ojos. Ni con las repetidas hostias, una tras otra, que me llevaban a lo más hondo.
Podría considerarse un puñal clavado en la espalda, por venir de quien viene, pero a diferencia del puñal, esto no mata. Solo te destruye momentáneamente para dar paso a tu reencarnación en el mismo ser, pero de corazón y mente renovadas.

Como después de un incendio, muchas noches pasan para volver a ver brotar la nueva vida. Un brote verde que alza de nuevo el bosque más allá del cielo. “Muere lo malo, nace lo bueno”.

La vida continúa y hay muchas formas de felicidad escondidas que tan solo hay que buscarlas. Pasar página del momento que describe Will Smith en la película de “En busca de la felicidad”, el momento de “Esta parte de mi vida se llama Siendo estúpido”, y pasar al momento de “Esta parte de mi vida, este pequeño momento de mi vida lo llamo Felicidad”. Porque ninguna etapa debe de ser tan oscura como para quitarnos las ganas de vivir, de volver a sentir, de ser felices.

Basta ya de auto destruirse con canciones una y otra vez recordando el pasado. Cambiar el disco es la mejor opción. Reescribir el futuro que ahora está lleno de cenizas y dar paso a lo nuevo. Sonriéndole a la vida por habernos dado esta oportunidad.

 

Dolor

Las personas que pueden eliminar los sentimientos para mi, lo siento, pero no tienen nada de valiente. Pueden ser valientes al intentar estar bien cuando todo en su vida esta fatal, esos si se merecen el adjetivo. Pero alguien que sin más olvida sin mirar atrás, o sin más, sigue viviendo como si nada pasara... Os dejo a vosotros poner el adjetivo.

Cuando duele de verdad, entiendes lo que realmente significa la palabra "dolor". La que nunca quieres que te suceda, ni a ti ni a tus queridos. Palabra que habrías preferido no entender nunca su significado, para ahorrarte todo ese sufrimiento. Esas lagrimas perdidas que no volverán a ti, porque alguien las hizo salir. Las que eran tuyas y ahora nadie sabe donde están...

Hay dolencias que no se las desearía ni a mi peor enemigo, que te corroen por dentro, que te destruyen, que quieres que se vayan pero es imposible no sentirlas, porque el sentimiento está ahí, porque un día se hizo ese hueco en tu corazón y ahora es difícil o casi imposible reemplazarlo. 

El espacio y tiempo exactos.

Debe de ser especial, sentir lo que sienten dos personas al mismo tiempo, sentir que sois parte el uno del otro. Tener la suerte de que se crucen los dos caminos en el espacio y en el tiempo exactos. Cruzarse y chocar! Chocar y pensar en no separarse de esa persona nunca, pase lo que pase, para siempre. Porque quieres compartir todo, tu día a día y ver que sois felices, que nada influye en la relación. Que nada es monótono, porque la llama es perpetua y ni la mas mínima brisa ni la mas fuerte es capaz de apagarla.

Vivir sin la preocupación de si lo que tienes se acabara o no, porque en ese momento no piensas nada mas que en el presente y ni se te pasa por la cabeza un futuro sin esa persona a tu lado.

Os hablo de algo que desconozco, algo que por unas razones u otras estos acontecimientos no surgieron en mi vida.

Si, me entristece escribir esto, que ni lo he vivido ni lo he sentido, pero es algo que aun no habiendolo experimentado nunca se de sobra que la sensación debe de ser más que perfecta, lo que solemos llamar "el paraíso", y se de lo que hablo porque hubo un día en el que lo roce con los dedos.

Principio de mi liberación.

Aquí me siento, obligado a escribir y a expresarme libremente. Obligado por la presión mental, la que me lleva a plasmar lo que corre de un lado a otro de mi cabeza. Porque yo solo no puedo con ello. Y si así consigo algún comentario de un visitante que se perdió por el Blog, que me anime, o que me reafirme, o simplemente me de su opinión, igual o distinta a la mía. La leeré encantado.

Este es el principio del camino hacia mi liberación.